El mundo invisible
es de una vastedad y complejidad muy grandes, así lo dicen sabios, videntes y
místicos; representa, por lo tanto, un gran atractivo, aunque también un foco
de problemas para quienes se abren a él sin una preparación y purificación
personal. Caer entonces en errores es fácil, acabar siendo manipulados por todo
esto también, como lo demuestran muchos casos de personas que han sufrido
perjuicios para su salud mental y espiritual; hay gente que presume de tener un
guía de otro mundo, siendo que no han sido capaces aún de madurar psicológica y
humanamente aquí. Existen seres invisibles que se hacen pasar por ángeles
cuando no lo son. Por todo eso, y para situarnos, me parece importante lo que
cuenta de estos mundos y seres la que fue compañera espiritual de Aurobindo:
Mirra Alfassa (Madre), que dice:
“El
mundo oculto no es una sola región donde todo está mezclado, que sólo se
convierte en oculto porque no lo podemos ver. El mundo oculto es una graduación
de regiones, uno quizá podría decir, de más y más regiones etéreas o sutiles,…Y
cada uno de estos dominios es un mundo en sí mismo, teniendo sus formas y
habitado por seres con una densidad…análoga a la del dominio en el cual vive.
Así como en el mundo físico somos de la misma materialidad que la del mundo
físico, en el mundo vital, en el mundo mental, en el mundo por encima de la
mente y en el mundo supermental –y en muchos otros, infinitos otros- hay seres
cuya substancia es similar a la de ese mundo. Esto significa que si uno es
capaz de entrar conscientemente en ese mundo con la parte del ser que
corresponde a ese dominio, puede moverse allí con total objetividad, como en el
mundo material.
Y
allí existen tantas, y aún más cosas para ver y observar que en nuestro pobre
pequeño mundo material, que pertenece solamente a una zona de esta infinita
graduación....cuanto más adelante va uno, por así decirlo del mundo material, las
formas y conciencias de esos seres son de una pureza, belleza y perfección
mucho más elevadas que nuestras formas físicas comunes…En estos mundos
invisibles también hay regiones que son el resultado de formaciones mentales
humanas. Allí uno puede encontrar todo lo que quiera…a menudo uno encuentra
allí exactamente lo que uno espera encontrar. Hay infiernos, paraísos, purgatorios.
Hay toda clase de cosas…Estas cosas sólo tienen una muy relativa existencia,
pero con una relatividad similar a la de las cosas materiales aquí….es difícil
hablar de todos estos mundos….Es un conocimiento que necesita un experiencia
vivida de muchos años, completamente sistemática, y que requiere…una
preparación interior absolutamente indispensable, para hacerlo inocuo…
…quizá
pudo haber sido una fuerza adversa que tomó por un ángel de la luz, porque la
gente generalmente comete este error…piensan siempre que es algo celestial…Una
de las actividades más comunes de estas intolerables pequeñas entidades que
están en la atmósfera humana física y que se divierten a costa del hombre, es
cegarlo..” (“Las fuerzas ocultas de la vida”, editado por A. S. Dalal)
Por todo esto,
creo que lo conveniente es que uno madure y crezca, primero mental, afectiva y
espiritualmente y que conecte con su verdadero poder interior. Abrirse al mundo
de los espíritus debería de ser una consecuencia. Rehuir el trabajo personal
sustituyéndolo por la ayuda invisible entiendo que es un error.