EL ATEISMO es la expresión nada inteligente, radical y extrema del individualismo y el orgullo del pequeño "yo". Algo a superar por la propia evolución.
No estoy de acuerdo con esa expresión, Julián. Ser ateo es ser consciente de nuestra responsabilidad como ser humano, sin delegar en algo o alguien "superior" por temor, miedo o desconocimiento. Tampoco es una expresión radical ni extrema de nuestro individualismo porque no nos sentimos "solos" ante un ente superior. Todo lo contrario, confiamos en nuestros semejantes y reivindicamos que el ser lo es mediante un proceso evolutivo que implica ser sociedad (de padres a hijos, familia, municipio, etc). Tampoco somos absolutos, tenemos la duda existencial y respetamos a quienes por salud, física y mental, prefieren creer en algo superior a ellos para no sentirse solos o sufrir por temor a castigos del más allá. Sencillamente formamos parte de todo lo que nos rodea y volvemos, de otra forma, a formar parte cuando nuestros cuerpos queden inertes. Ello no supone sufrimiento alguno, solo no crearse esperanzas vanas en "otras vidas" cuando debemos vivir la que tenemos. Tan sencillo y tan feliz como creer en seres imaginarios propios o impuestos por la sociedad en el transcurso de los tiempos. El ochenta por cien de la población mundial no tiene el mismo concepto de vida que nosotros los judeo-cristianos-islámicos. Pero es comprensible adorar a un plato dorado que aparece por la mañana y desaparece por la noche, porque da calor y vida, frente al frío y la muerte de la oscura noche. Lamentablemente siempre hay alguien que personaliza el plato frente a otros más ignorantes y de ahí pasa a hablar con el "señor" plato y comunicar a sus semejantes que el plato les manda arrodillarse y obedecer sus órdenes, las suyas, por el mero hecho de "hablar" con él.
Carlos gracias por tu participación. Como ves me refiero al ateismo como tal, no a las personas ateas. Para mi Dios no es una idea,ni un pensamiento, ni tan siquiera una creencia. Lo Divino que es también como a mi me gusta llarle es algo que siento todo yo, es como una experiencia interior y envolvente al mismo tiempo. Por experiencia uno sabe que esto no pertenece al mundo de la mente sino a un nivel más profundo de sí, el del Espíritu. Esta vivencia no me hace suponer que existe un Dios allá no sé donde con tal o cual características sino que la vivo como una dimensión más real, gozosa, expansiva y verdadera de mi. Se que esto es una dimensión de todos los seres humanos; no lo sé con la cabeza, ni como resultado de un discurrir sin más, lo sabe todo mi ser, y esto nada tiene que ver con las creencias. Por eso mismo y porque uno vive que eso te lleva a una comprensión más profunda y real de la propia identidad es por lo que uno sabe que se trata de una dimensión hacia adelante en el camino de la evolución. He visto, por experiencia también, lo que ha sido no ver esto que te digo y a lo que me refiero cuando hablo del egoismo y el orgullo del yo. En fin, es lo que yo veo y por lo tanto no tiene más importancia, de verdad. Gracias.
No estoy de acuerdo con esa expresión, Julián. Ser ateo es ser consciente de nuestra responsabilidad como ser humano, sin delegar en algo o alguien "superior" por temor, miedo o desconocimiento. Tampoco es una expresión radical ni extrema de nuestro individualismo porque no nos sentimos "solos" ante un ente superior. Todo lo contrario, confiamos en nuestros semejantes y reivindicamos que el ser lo es mediante un proceso evolutivo que implica ser sociedad (de padres a hijos, familia, municipio, etc). Tampoco somos absolutos, tenemos la duda existencial y respetamos a quienes por salud, física y mental, prefieren creer en algo superior a ellos para no sentirse solos o sufrir por temor a castigos del más allá. Sencillamente formamos parte de todo lo que nos rodea y volvemos, de otra forma, a formar parte cuando nuestros cuerpos queden inertes. Ello no supone sufrimiento alguno, solo no crearse esperanzas vanas en "otras vidas" cuando debemos vivir la que tenemos. Tan sencillo y tan feliz como creer en seres imaginarios propios o impuestos por la sociedad en el transcurso de los tiempos. El ochenta por cien de la población mundial no tiene el mismo concepto de vida que nosotros los judeo-cristianos-islámicos. Pero es comprensible adorar a un plato dorado que aparece por la mañana y desaparece por la noche, porque da calor y vida, frente al frío y la muerte de la oscura noche. Lamentablemente siempre hay alguien que personaliza el plato frente a otros más ignorantes y de ahí pasa a hablar con el "señor" plato y comunicar a sus semejantes que el plato les manda arrodillarse y obedecer sus órdenes, las suyas, por el mero hecho de "hablar" con él.
ResponderEliminarCarlos gracias por tu participación. Como ves me refiero al ateismo como tal, no a las personas ateas. Para mi Dios no es una idea,ni un pensamiento, ni tan siquiera una creencia. Lo Divino que es también como a mi me gusta llarle es algo que siento todo yo, es como una experiencia interior y envolvente al mismo tiempo. Por experiencia uno sabe que esto no pertenece al mundo de la mente sino a un nivel más profundo de sí, el del Espíritu. Esta vivencia no me hace suponer que existe un Dios allá no sé donde con tal o cual características sino que la vivo como una dimensión más real, gozosa, expansiva y verdadera de mi. Se que esto es una dimensión de todos los seres humanos; no lo sé con la cabeza, ni como resultado de un discurrir sin más, lo sabe todo mi ser, y esto nada tiene que ver con las creencias. Por eso mismo y porque uno vive que eso te lleva a una comprensión más profunda y real de la propia identidad es por lo que uno sabe que se trata de una dimensión hacia adelante en el camino de la evolución. He visto, por experiencia también, lo que ha sido no ver esto que te digo y a lo que me refiero cuando hablo del egoismo y el orgullo del yo. En fin, es lo que yo veo y por lo tanto no tiene más importancia, de verdad. Gracias.
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