miércoles, 16 de mayo de 2012

Cualquier clase de estructura o de mecanismo, más pronto o más tarde, se convierten en un amasijo de hierros, piedras, minerales, agua u otra clase de elementos que son los que los forman. Esto es lo que pasa también con el cuerpo humano, nuestros personajes e historias, pensamientos, biografías e ideas. Cuando esto no se sabe lo que vemos son espejismos, ídolos y mentiras; de todos ellos nos convertimos en sus esclavos, de un modo o de otro. Abrir los ojos a esto es un gran paso, el primero necesario si de verdad se quiere ver la Luz.

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